Espina bífida
La espina bífida es una afección que afecta a la columna vertebral y suele ser evidente al nacer: es un tipo de defecto del tubo neural.
La espina bífida puede ocurrir en cualquier parte de la columna vertebral si el tubo neural no se cierra por completo. Cuando esto ocurre, la columna vertebral que protege la médula espinal no se forma ni se cierra como debería, lo que a menudo provoca daños en la médula espinal y los nervios. Esto puede afectar directamente la funcionalidad de la vejiga y su capacidad para almacenar y/o vaciar adecuadamente la orina.
Si bien no sabemos qué causa la espina bífida y los síntomas pueden variar de leves a graves, sí sabemos que la mayoría de las personas afectadas por la espina bífida llevan vidas plenas y productivas.
Vivir con espina bífida y opciones de tratamiento
El tratamiento de la espina bífida depende de la gravedad de la afección y del tipo específico.
En bebés con mielomeningocele, uno de los tipos más graves de espina bífida, nervio irreparable
Es probable que el daño ya haya ocurrido y, por lo general, se necesita atención continua de un equipo multidisciplinario de cirujanos, médicos y terapeutas. Los bebés con mielomeningocele pueden necesitar más cirugía para una variedad de complicaciones. El tratamiento para las complicaciones, como piernas débiles, problemas de vejiga e intestinos o hidrocefalia, generalmente comienza poco después del nacimiento.
Según la gravedad de la espina bífida y las complicaciones, las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Ayudas para caminar y moverse. Algunos bebés pueden comenzar a hacer ejercicios para preparar sus piernas para caminar con aparatos ortopédicos o muletas cuando sean mayores. Algunos niños pueden necesitar andadores o una silla de ruedas.
- El manejo intestinal puede incluir medicamentos orales, supositorios, enemas, cirugía o una combinación de estos enfoques.
- El control de la vejiga puede incluir medicamentos, el uso de catéteres intermitentes para vaciar la vejiga, cirugía o una combinación de tratamientos.
- Opciones quirúrgicas.
Cualquiera que sea el problema (complicaciones ortopédicas, médula espinal anclada, problemas gastrointestinales, problemas de la piel u otros), la mayoría de las complicaciones de la espina bífida se pueden tratar o al menos controlar para mejorar la calidad de vida.
Un especialista en urología pediátrica con experiencia en la evaluación o cirugía en niños con espina bífida puede ofrecer las opciones de tratamiento más eficaces.
Lo más importante es que los padres y otros cuidadores sean una parte clave del equipo. Pueden aprender cómo ayudar a manejar la afección de un niño y cómo alentarlo y apoyarlo emocional y socialmente.
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