Retención urinaria – Disfunción del suelo pélvico
Otra fuente de retención urinaria, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, es la disfunción del suelo pélvico (PFD). El suelo pélvico está compuesto por una musculatura que está inervada en las raíces nerviosas S2/S3. Al describir la DFP, los músculos de la pelvis deben relajarse y la vejiga contraerse simultáneamente para que se produzca la micción.
La incapacidad de relajar el suelo pélvico de forma coordinada puede dar lugar a afecciones como:
- Retención urinaria
- Flujo urinario lento
- Infecciones urinarias recurrentes debido a un vaciado incompleto de la vejiga
- Incontinencia urinaria
- Dispareunia
- Estreñimiento
Opciones diagnósticas para la disfunción del suelo pélvico
El diagnóstico de la DFP no siempre es fácil. Es importante obtener una buena historia clínica del paciente.
Los diarios miccionales o los formularios de seguimiento de líquidos que permiten a un paciente documentar la calidad de su flujo urinario, el número de micciones y los episodios de incontinencia pueden proporcionar información útil.
Completar un examen físico y palpar la musculatura interna proporcionará información adicional para respaldar el diagnóstico de PFD. En el caso de las pacientes femeninas, se puede sentir la tensión de la musculatura del suelo pélvico por vía intravaginal. Una evaluación interna para los hombres es un examen rectal.
Un estudio urodinámico (UDS) o una electromiografía (EMG) durante la fase miccional ayudarán a proporcionar información adicional que respalde el diagnóstico de PFD. Si hay un aumento de la actividad del suelo pélvico en la EMG y un vaciado incompleto de la vejiga, existe la probabilidad de que la paciente tenga problemas con la DFP.
Opciones de tratamiento Disfunción del suelo pélvico
El tratamiento para la DFP puede comenzar con la terapia del suelo pélvico. La terapia se centra no solo en el fortalecimiento del suelo pélvico, sino también en la relajación del suelo pélvico, lo que puede ayudar a aliviar otros síntomas de la PFD, como el estreñimiento, la dispareunia y otros.
Los ejercicios de respiración profunda y las técnicas de micción son estrategias que se utilizan para mejorar el vaciado de la vejiga.
Podría ser necesario enseñar el cateterismo intermitente para mejorar el vaciado de la vejiga mientras se trabaja en estas estrategias.
Puede haber síntomas adicionales de PFD, como prolapso vaginal, que requerirían una intervención quirúrgica para mejorar el vaciado de la vejiga.
La buena noticia es que el diagnóstico y el tratamiento adecuados de la DFP pueden mejorar significativamente la calidad de vida de sus pacientes.
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